Asimismo, los diáconos deben ser hombres respetables, que nunca falten a su palabra ni sean dados a emborracharce ni a desear ganancias mal habidas. Deben apegarse a la verdad revelada en la cual creemos, vivir con conciencia limpia. Primero deben pasar un periodo de prueba, y después, , si no hay nada en contra ellos, podrán servir como diáconos. Un diácono debe ser ESPOSO DE UNA SOLA MUJER, Y SABER GOBERNAR BIEN A SUS HIJOS Y SU PROPIA CASA.
Hch 3,8-10.12
Hch 3,8-10.12
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